Polinesia: cena y desayuno en Tahití
Volando desde la Isla de Pascua llegamos por la noche del 21 de septiembre a Tahití. El hotel disponía de un restaurante japonés con muy buena pinta donde un verdadero showman del teppanyaki nos hizo olvidar del todo el resquemor por no haber visto la Isla de Pascua. Acrobacias con los ingredientes menos «nobles» de la mesa (ver los huevos volar de su mano a su gorro, del gorro a la paleta, de la paleta al bolsillo, del bolsillo a la mesa…), palas que vuelan y aterrizan con precisión, una buena botella de vino y una cena excelente.
Al día siguiente, desayuno fracés en el precioso restaurante junto a la playa, una estructura de madera y hojas de palma enorme, para tomar un buen café con el sonido de las olas y el trinar de pájaros, viendo el mar turquesa ante nosotros… Y muy cerca, la isla de Moorea, nuestro destino inmediato…
Estábamos pasando del invierno de Buenos Aires y la casi primavera de Santiago de Chile al tan apetecible veranito en la Polinesia…
Y justo tras el desayuno, hacía Moorea…