Unos días de playa en la isla vietnamita de Phu Quoc
Siempre intentamos completar nuestros viajes con unos días de relax y descanso, sea a medio viaje o poco antes de volver a casa. En nuestro recorrido por Vietnam elegimos acercarnos a la isla de Phu Quoc un par de días, y honestamente, fue una estupenda decisión. Phu Quoc está al sur de Camboya, en aguas del golfo de Tailandia. La isla se está abriendo al turismo y seguro que será un destino popular en breve: al norte están construyendo enormes resorts turísticos.
En esta zona hay dos estaciones: a partir de octubre y hasta casi abril es la estación seca. Cuentan que las aguas de isla se tornan casi transparentes, el sol brilla con fuerza y el mar se calma. Pero nosotros fuimos en época de lluvias: la fortuna sonríe a los osados. Despeguemos de Ho Chi Minh City lloviendo y aterrizamos en el novísimo aeropuerto de Phu Quoc lloviendo. Y la primera noche estuvo lloviendo a mares. Pero tuvimos mucha suerte y en los dos días siguientes pudimos disfrutar de la pequeña pero bonita playa del hotel Mango Bay. Tanto nos gustó que ya no nos movimos de allí: la idea era venir a descansar y eso hicimos. Dos días de la cama a la playa y de la playa al muy recomendable restaurante del hotel, donde además tuvimos una cooking class que os contaré en breve.
Puesta de sol en una playa de Phu Quoc
El Mango Bay Resort tiene una voluntad ecologista, de respeto al medio ambiente. No hay aire acondicionado (y no lo necesitemos) pero sí estupendos ventiladores. El agua se calienta con placas solares y las habitaciones son, en su mayoría, cabañitas que se confunden con el entorno. Lo del baño al aire libre tiene su encanto (ya lo vimos en Moorea). El servicio es muy atento y amable: coincidimos además con una chica vallisoletana-ibicenca que nos explicó todos los detalles y con quien pudimos charlar un buen rato. Una viajera que se quedó un tiempo trabajando aquí con su pareja, el chef con quien tuvimos la clase de cocina.
Así son los bungalows de Mango Bay Resort. Y por dentro, muy acogedores…
Los precios de Mango Bay Resort son más altos de lo que veníamos pagando en Vietnam, pero la tranquilidad del lugar, la calidad del restaurante y esas copas en esa terraza sobre las olas lo valen. Muy recomendable, lo consideramos un próximo destino para venir en nuestro invierno, cuando en Barcelona hace frío y en Phu Quoc se puede bucear.
Playa en Phu Quoc, muy cerca del Mango Bay
Barca de pescadores
En la agradable terraza del Mango Bay pasamos muy buenos ratos: increíbles vistas, excelentes platos, buenas copas…
Aquí tienes un vídeo de la serie «Asómate aquí» desde nuestro bungalow en el Mango Bay Resort:
Phu Quoc: Caodaismo y prisión
Esta isla es mucho más de lo que parece. En su interior aguardan ríos y cascadas, y en sus playas hay fondos ideales para el snorkel y el buceo. Pueblos pequeños y resorts lujosos, con un mercado local siempre interesante…
Pero hay dos detalles históricos que hay que mencionar: esta isla fue un presidio para reprimir a los revolucionarios comunistas, y fue aquí también donde se fundó la religión Cao Dao, un elemento de sincretismo muy curioso….
El pasado de Phu Quoc como carcel es el pasado más oscuro de la isla. Aquí, el gobierno de Vietnam del Sur con el apoyo norteamericano trajo a algunos de los revolucionarios comunistas que empezaban la revuelta en el norte. Torturas terribles, celdas de metal al sol, o las jaulas de tigres que vimos más tarde en el War Remments Museum de Saigón se usarón aquí. Muchos perdieron la vida y otros muchos quedaron mutilados para siempre…
Y el pasado colorista lo aporta el nacimiento del Cao Dai (Dios Supremo, Cao Đài en vietnamita), una religión que aúna taoismo, confucionismo, budismo, cristianismo y hasta unas gotas de islam. Todo empieza en 1926 cuando los franceses encargan al Sr. Ngo van Chien que asuma ciertas funciones de gobierno en la isla. A través de una tabla Ouija, el Ngo dijo recibir mensajes de un Dios Supremo, que a lo largo de los años le explicó cómo debía poner en pie ese credo. Dice que el Cao Daismo es el tercer nivel de comunicación entre el hombre y Dios. Si el primero fue el animismo, cuando el hombre no conocía a Dios, el segundo son las religiones más comunes actualmente, cuando el hombre le da diferentes nombres a un mismo Dios, al que adora con ritos y rezos también distintos.
Las fachadas de los templos Cao Dai son todas muy parecidas e igualmente abigarradas
El ojo del Dios Supremo es el centro de un altar lleno de símbolos de varias religiones y siempre rodeado de coloridos dragones
La tercera etapa, el Cao Daismo consiste en asumir que esos diferentes dioses son en realidad el mismo Dios Supremo. En un sueño le fue revelado a Ngo cómo debía construir el templo Cao Dai, y ahora todos los templos de esta fe se contruyen así. Incorporan torres octogonales como el taoismo, cúpulas como las mezquitas, considera sus profetas a Jesucristo, a Mahoma, a Buda y a los poetas y santos del Tao, a Confucio y a muchos más. Los colores amarillo, azul y rojo están siempre presentes, así como los animales míticos relacionados con el budismo. Te parecerá extraño, pero hay entre 7 y 8 millones de vietnamitas que siguen este credo. Los que no lo siguen pero lo conocen le llaman «la religión del ojo«, por ser este el símbolo que domina sus altares.
Interior del templo, con el altar al fondo
Las fotos corresponden a un templo que vimos en el delta del Mekong, en la ciudad de My Tho, no muy lejos de Can Tho, donde muy amablemente nos abrieron las puertas de este lugar, exactamente igual al que vimos en Hoi An cuando aún no sabíamos qué tipo de templo era exactamente.
Nótese que aquí caben todos los profetas de las grandes religiones. Incluso adoran a Voltaire, Shakespeare, Lenin o Dumas..
Más referencias sobre el Cao Dai en la wikipedia en inglés o la wikipedia en castellano.