Descubriendo el Matarranya: turismo de calidad muy cerca de ti
A menudo no son necesarias horas de avión y trámites en aduanas para llegar finalmente a un paraje tranquilo donde pasar unos días de descanso y turismo. Existen zonas cercanas cargas de cosas que ver y hacer, a un precio razonable y a un tiro de piedra. Hace poco tuve la oportunidad de conocer uno de esos rincones: la región del Matarranya, en Teruel (Aragón), muy cerca de Tarragona y Castellón. Ya os la recomendaba en el artículo «10 viajes que hacer en coche«.
Gracias a una amable invitación del dinámico propietario del hotel la Fábrica de Solfa, pasamos unos días en Beceite (Beseit), un pueblo encantador cargado de cosas que ver. Javier lleva tiempo esforzándose por dar a conocer su tierra, con demostrarnos que estos pueblos del Matarranya tienen mucho que compartir: paisajes encantadores, mucha historia a sus espaldas, una gastronomía basada en los productos de la tierra, y muchas actividades de ocio y deporte
Llegar al Matarranya es fácil. Desde Barcelona o Castellón basta con conducir en dirección sur hasta Tortosa y luego adentrarse en dirección a Valderobles. Desde Zaragoza hay que ir hasta Caspe y luego a Alcañiz, para estar ya a un paso de esta zona. Una vez allí, nos esperan un buen número de rutas de senderismo por los Ports de Beseit, actividades de montaña o un bañito relajan en los dios de la zona, cuando el tiempo lo permite, que en verano es casi siempre. Paisajes poblados de campanarios y murallas, salpicados de olivos y almendros, 18 pueblos encantadores sonde rastrear la historia y la oferta de la buena mesa.
Como os decía, nosotros tuvimos como base Beseit, un lugar mágico por donde pasan tres dios: el propio Matarranya que da nombre al región, el Algars i el Ulldemó. Este último tiene zonas habilitadas para el baño, playitas fluviales que discurren tranquilas a lo largo de su recorrido. Aunque la caminata desde el pueblo es recomendable, hay zonas de aparcamiento habilitadas de tal manera que el acceso es fácil, pero las aglomeraciones no. Cuando estuvimos nosotros, en septiembre, el frescor del agua era muy agradable y la tranquilidad del paisaje constituyó un reposo para cuerpo y mente.
Beseit
El rumor del agua es constante en Beceite, un mantra con alma
Beceite
Beceite
¿Apetece un baño en el Ulldemó?
Perfectas zonas de baño en el río cerca de Beceite
Otra excursión muy recomendable desde Beseit es recorrer el Parrisal, el cañón de un rio de limpísimas aguas habilitado con pasarelas en gran parte de su recorrido, hasta llegar a Els Estrets, una formación rocosa espectacular, que encajona el río entre paredes de piedra de 60 metros en vertical. Por el camino, podemos parar a ver las pinturas rupestres de La fenellasa. El recorrido d sida es el mismo que de vuelta, y necesitarás calzado adecuado: unas botas que puedas mojar. En total la excursión te llevará unas cinco horas, y sólo hay un paso mínimamente complicado, que salvarás trepando un poco: un mínimo de agilidad te lleva rápidamente a seguir por el camino.
Excursión hacia los estrets del parrisal
Excursión hacia los estrets del parrisal
Estrets del Parrisal
Estrets del parrisal vistos con una GoPro
De las localidades que viciamos, nos encantó Valderobles (o Valderoures. El Matarranya está en la zona de Aragón donde aún se habla catalán, la Franja de Ponent). Conjunto Histórico Artístico, se entra al antiguo núcleo urbano por la impresionante puerta de San Roque, tras atravesar un puente medieval que nos permite cruzar el río Matarranya. Perderse por sus calles es descubrir una fachada espectacular tras otra. En la parte más elevada, la iglesia de estilo gótico levantino y el castillo de Valderobles.
Portal de San Roque, Valderobles
el rosetón de Santa María la Mayor asoma entre las calles de Valderobles
Casa Consistorial en Valderobles
También estuvimos en La Fresneda (La Freixeneda), igualmente Conjunto Histórico Artístico, una población dominada por el castillo en lo alto de una colina que al atardecer ofrece unas magníficas vistas sobre los campos de la comarca. La Fresneda también te regalará antiguas casas de pueda que lucen orgullosas blasones y escudos heráldicos, rincones por los que resuenan campanas, risas d ellos niños que juegan y los pasos tranquilos de los mayores que saben que el tiempo añade valor a su tierra. Los palacios de la plaza mayor, de los siglos XVII y XVIII son sencillamente espectaculares. En una de las calles que dan a la plaza, las rejas de lo que fuera el calabozo.
Casa de la Encomienda, La Fresneda
La Fresneda
La Fresneda
La Fresneda
Mazmorras de La Fresneda
Merece una visita Calaceite (Calaseit) imponente conjunto histórico que reserva recovecos llenos de encanto apra el visitante sin prisa. El Matarranya invita al paseo lento, a recrearse en la vista, a la foto que seguro que tiene más de lo que parece. Han sido siglos los que han moldeado esas calles adoquinadas, esas esquinas que pierden el filo y convierten Calaseit en un espacio acogedor. Casas palaciegas, iglesias, escaleras con balcones, enrejados de filigranas que han dibujado sombras sobre la antigua piedra para que bailen para ti. En la cooperativa de calaseis nos hicimos con un surtido d evito y aceite de la zona. Imprescindible también el queso, los embutidos, el jamón de Teruel y el ternasco…
Calaseit
Calaseit: portal capilla de San Antonio
Calaseit
Calaseit
Balcón forjado en Calaseit
Nos queda mucho por ver en por el Matarranya. Seguro que volveremos: tanto la zona como sus gentes bien valen el viaje. Para conocer más, visita la web www.matarranyaturismo.es