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Hasta la próxima, Chile

Empecé este blog para contaros mi Vuelta al mundo, y cuando iba por Nueva Zelanda, surgió la oportunidad de volver a Chile e Isla de Pascua gracias a la compañía aérea LAN. Tras contaros lo visto en Chile, retomaré el viaje de la vuelta al mundo, suya siguiente parada fue Australia. Queda pendiente en Chile visitar otras zonas, quiero ver el cielo de Atacama, y quiero ver el sur…

De la misma manera que os he recomendado lugares que ver, hoteles y restaurantes, os recomiendo que probéis a volar con LAN. No sólo como agradecimiento por su invitación (es de bien nacidos blah, blah…), sino por cuatro motivos:

  • Comodidad. Hicimos dos vuelos en turista y dos en business (Madrid-Santiago, Santiago-Rapa Nui y las respectivas vueltas). Mido más de 1’80, y no lo digo por presumir sino por poder decir que ¡oh sí hermanos! me caben las piernas en LAN, en ambas clases. Mi espalda agradeció el espacio. Lógicamente, la clase business es aún más cómoda, y la butaca puede adoptar hasta cuatro de posturas, desde la sentadita formalita normal hasta quedar en horizontal y convertirse en una cómoda cama (con su edredón, almohada y antifaz incluidos). Una buena opción si hacéis un vuelo transoceánico nocturno.
  • mandos asiento avion lan

    Tu dale al botoncito y la butaca de business de LAN adoptará la posición que prefieras

  • La comida. Normalmente pocos viajeros gustan de las bandejas de platos precocinados que sirven en los aviones, pero como a mi me encanta comer… La comida en business, con su pisco sagüer de aperitivo, carta de vinos y helado de postre, es de nota. Vinos chilenos y argentinos en ambas clases y platos apetecibles con desayunos generosos.
  • Amabilidad. Que levante la mano el que alguna vez no haya pensado que en lugar de azafatas en su avión volaban brujas sin escoba. Quizás cuatro vuelos (bueno, seis con los del año anterior) no sean suficientes para evaluar la calidad del todo el personal de LAN, pero en vuelos tan largos se me hizo muy cómoda la atención del personal de cabina, indistintamente de en qué clase volara. Agradecí los constantes paseos con agua de las azafatas. Y tuve oportunidad de ver la mano izquierda, diplomacia y paciencia de su personal, puesta a prueba por algún pasajero borde (que también te habrá tocado alguno, ¿no?). Una sonrisa, una respuesta y una proactividad constantes. Que les suban el sueldo.

Sobrevolando la cordillera de Los Andes

Sobrevolando la cordillera de Los Andes

  • Entretenimiento. Soy de los raros que cuando entran en la habitación de su hotel lo primero que miran es si hay wi-fi y qué canales hay en la tele. Así que imaginaros cómo me sentí cuando vi que, en ambas clases, el sistema de entretenimiento a bordo incluía buenas películas, documentales, videojuegos y una amplia selección musical. Y digo amplia con motivo. Que no es lo mismo leer con la sonata de ronquidos de los que se duermen rápido que escuchando a Belle & Sebastian o Radiohead. El sistema de entretenimiento a bordo es el mismo en ambas clases (pero los auriculares de business son mejores).
sobrevolando el pacifico a isla de pascua

Así lucía el Pacifico rumbo a Rapa Nui

No quisiera sonar zalamero, y a riesgo que de vuestros comentarios me pongan de vuelta y media (soy consciente de que las compañías aéreas, las de telefonía y las de seguros suelen caer mal), yo me atrevo sin duda a decir que volé muy a gustito con LAN.

Próxima parada: Sidney 🙂

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