Egipto sin salir de Barcelona: la exposición Animales y Faraones
¿Quieres ver un fragmento de la cultura del Egipto clásico sin salir de Barcelona? Te animo a visitar la interesante exposición «Animales y faraones: el reino animal en el Antiguo Egipto» que puedes disfrutar en CaixaForum hasta el 10 de enero de 2016.
Unas 430 piezas ilustran esta demostración de la vital importancia de los animales para la cultura del Egipto antiguo, una relación explicada en esta exposición en 9 áreas, que van de lo más lógico (los animales en la naturaleza, en los campos de trabajo o como alimento) a lo más intelectual (el animal como símbolo de un concepto complejo, como representación de sonidos o palabras, como ofrenda).
No fue hasta la colonización francesa de finales del S XVIII cuando los historiadores que acompañaban a Napoleón descubren que los antiguos egipcios en realidad no adoraban a los animales como dioses, sino que usan representaciones animales para expresar conceptos más altos: el poder, la divinidad, la muerte. Así, los animales son un símbolo poderoso y muy utilizado. No en vano, el 20% de los jeroglíficos representan animales.
La exposición recoge paneles que explican cómo interpretar los jeroglíficos, piezas extraídas de tumbas o de poblados obreros, muchas de ellas en un estado de conservación prácticamente perfecto. Para reunirlas, se ha colaborado con el museo egipcio de Barcelona y con el Louvre de París: esta colección muestra piezas muy difíciles de ver y que por primera vez se exponen al público. Podrás ver esculturas, algunas de un tamaño considerable, pinturas, esquelas, momias de animales, amuletos y piezas que muestran escenas de la vida del Egipto antigua, siempre con la figura animal como protagonista.
Por ejemplo, los vasos funerarios que contenían las vísceras de las momias tienen todas cabezas de diferentes animales. O verás cómo se combinaban diferentes animales para simbolizar elementos más complejos. Si Horus, el halcón, simboliza al Sol, y si Sobek el cocodrilo simboliza el Nilo, un cocodrilo con cabeza de halcón era la representación del ciclo de la vida…
Grandes observadores de la naturaleza, los egipcios intentaban reproducir de forma realista los detalles de los animales que tenían a su alrededor, en un momento en el que la desertificación de Egipto no era tan fuerte como lo es hoy y donde la diversidad biológica era mucho más alta. Por ejemplo, dado que los hipopótamos (un animal muy temido entonces) pasan largos ratos sumergidos en las aguas azules pastando y rodeados de vegetación, esta pequeña estatua de un hipopótamo azul con dibujos vegetales en su piel es en realidad una representación realista de cómo verían a este animal en esa situación.
La exposición agrupa 260 obras restauradas, 14 momias analizadas y una tumba o mastaba recreada a partir de la reproducción de muros de la mastaba de un alto funcionario egipcio y de la reproducción de elementos comunes encontrados en otras mastabas en buen estado de conservación. La zona dedicada a las momias es muy curiosa, pues demuestra que en ocasiones se comerciaba con momias que en realidad estaban vacías o que contenían apenas un fragmento del animal al que representaban. Pueden verse representaciones de algunas de estas momias animales y un monitor muestra el análisis con tomografías computerizadas que se ha hecho de otras piezas igualmente llamativas.
No quisiera darte muchos más detalles por que te dejaría sin el factor sorpresa, tan emocionante en este tipo de exposiciones. Pero añadiré que si te interesa la egiptología, la exposición se complementa con una serie de conferencias (entrada 4€), com seminarios y con la experiencia immersiva en la mastaba (2€) en los meses de octubre y noviembre. Tienes todos los detalles en la página de la exposición de la web de Caixaforum.