Las pagodas de las montañas del marmol en Vietnam
Saliendo de Hué camino de Hoi An vale la pena deternese en Danang, una próspera ciudad del centro de Vietnam. Digo próspera por que Danang está plagada de altos rascacielos de cristal y modernos edificios, que le valen el apelativo de ser la Singapur Vietnamita. Son muchas las empresas extranjeras que tienen inversiones e intereses aquí. Y a lo largo de toda la costa hasta Hoi An, se suceden uno tras otro resorts de lujo y urbanizaciones donde, por lo que nos cuentan, residen extranjeros o vietnamitas VIP.
En todo caso, al margen de este contexto económico, hay dos cosas interesantes que ver en Danang: el museo de esculturas Cham y las montañas de mármol.
El hinduismo de los antiguos Cham
El museo es una exposición con poca gracia de esculturas de la cultura Cham, un reino que ocupó el centro y el sur de Vietnam durante mil años, hasta que fueron reducidos por la etnia Viet. Una de las 54 étnias que aporta diversidad al Vietnam actual es la Cham, concentrada hoy en zonas concretas del delta del Mekong (como os contaré más delante), convertidos hoy al islam.
Los Cham, hoy musulmanes, eran hinduístas en sus tiempos de gloria, y al hinduismo remiten las esculturas que pueden verse en el museo. Mal ordenadas en salas desangeladas, estas interesantes piezas se han agrupado en función del yacimiento arqueológico donde se hallaron. Hay estatuas de Garuda, el vehículo alado de Shiva; hay imágenes de Ganesha, el dios con cabeza de elefante, de Brahma y de Visnú, algunas realmente bonitas. Además de las esculturas, pueden verse fotografias de las ceremonías Cham actuales, así como de los yacimientos arqueológicos de esta cultura, que sigue manteniendo un lado misterioso, ¿cómo se mantienen en pie algunos templos de ladrillo de hace un milenio teniendo en cuenta que no se usó cemento ni argamasa en su construcción?
El museo servirá más que nada para conocer un poco del pasado de esta etnia. Si ya has visto el Museo de Historia en Hanoi, habrás visto una parte de este esplendor pasado.
Las pagodas de las montañas del mármol
Cerca de Danang hay cinco pequeñas formaciones montañosas que se conocen como las montañas del mármol. Antiguas canteras que hoy ya no se explotan, pero que a sus pies acogen aún talleres artesanos especializados en el mármol. Estos especialistas aprenden de generación a generación, sin necesitar estudios reglados para realizar magníficas estatuas. Todo su buen hacer se basa en la tradición. Su buena reputación es tan grande que los marmolistas de Danang han sido contratados para realizar sus trabajos en muchas otras zonas de Asia.
Además de poder ver cómo trabajan (hay estatuas realmente magníficas), el interés de la visita remite en pasear por una de estas cinco colinas, la montaña del agua, ya que en su parte más alta se han instalado pagodas y torres de vigilancia que vale la pena ver, y desde las cuales se obtienen unas vistas estupendas de la bahía y de la playa.
Además de las diferentes pagodas budistas, hay un punto imprescindible aquí: una cueva fantástica a la que se accede por una entrada lateral, para ver una cavidad de unos 30 metros de alto, que alberga una impresionante estatua de Buda, un pequeño templo y altares diversos. La cúpula de la cueva tiene tres grandes huecos por los que caen cataratas de luz y por donde entran pájaros, que anidan aquí. Un lugar muy bonito.
Esta cueva fue durante la guerra un hospital de campaña para soldados vietnamitas heridos, hasta que un bombardeo norteamericano perforó la cúpula. Nos cuentan que los heridos pudieron huir a tiempo, y que desde entonces hay luz en el interior de la cueva. Imaginarse ese espacio lleno de heridos y lamentos rebotando en las rocas impresiona, así como resulta impactante imaginarse la explosión que debió abrir esos tres agujeros en la roca…
Tras esta visita, continuamos nuestra ruta a Hoi An, con una breve parada en una colina desde la que se divisan casi ambas ciudades. Las ruinas de un antiguo búnker norteamericano dominan la carretera…