La Torre Bellesguard, un edificio de Gaudí que ahora puedes visitar
Todas las ciudades tienen maravillas que no has visto. Todas merecen una segunda visita, una tercera, estoy seguro. A veces esas maravillas las dejaste atrás en tu último viaje, no tuviste tiempo. Y a veces, esos lugares casi ocultos se han abierto al público hace poco.
Si la semana pasada te hablaba del Top 10 de lugares más visitados en Barcelona, hoy te escribo para descubrirte y recomendarte un lugar de la Ciudad Condal que, seguramente, no has visto antes: la Torre Bellesguard.
Este precioso edificio ha pertenece a la familia Guilera, que ha decidido acondicionarlo y abrirlo al público, una decisión que celebro por que de esta manera quienes visitan Barcelona en parte para conocer la creatividad modernista del genial Gaudí tendrán un punto más para disfrutar de mi ciudad.
Una simple mirada al edificio y su entorno basta pàra identificar algunos de los rasgos más característicos de los edificios de Gaudí: la fusión de la piedra en la pared y el hierro en los enrejados de puertas y ventanas; la inspiración del gótico adaptada a la fantasía del modernismo, el trencadís (mosaicos de piezas de azulejos que forman motivos naturales o tradicionales)
Un poco de historia
El origen de este lugar se remonta a la edad media, cuando el rey Martí l’Humá (1356-1410), último monarca de su dinastia, buscaba un lugar más salubre que la ciudad en la vecina montaña de Collserola. Parece que para identificar el lugar ideal donde establecer una residencia de verano para el rey, se descuartizó una cabra, esparciendo sus restos por el monte para fijarse en cual tardaba más en corromperse: allí se edificó un pequeño castillo, que ocupó este mismo lugar. «Bell esguard» podría traducirse como bella vista. Seguro que en aquel entonces, con un entorno menos edificado, el paisaje era muy diferente.
En el año 1900, el comercante Jaume Figueras (por eso también se conoce a este edificio como Casa Figueras) encarga a Gaudí un edifico que debía elevarse sobre los restos de aquel castillo. Y el de Reus decidió inspirarse en ese castillo para construir esta torre cuadrangular de 15 metros de lado cuyos vértices apuntan a los cuatro puntos cardinales. Gaudí dejó las obras en 1909 para que Domènec Sugrañés la terminara en 1917. En 1934 la Torre pasa a ser un hospital oncológico y durante la guerra civil fue un orfanato. En 1969 se le declara monumento histórico-artístico, y en 1981 se incluye en el Catàleg de Monuments i Conjunts Historicoartístics de Catalunya. El edificio se restauró en 1983 y muy recientemente, en 2008, se desmontó, arregló y volvió a ubicar la cruz de cuatro brazos.
El predominio de líneas rectas y verticales confiere a la Torre ese aire de castillo romántico, de refugio, coronado por un guiño a la Senyera, la bandera de Catalunya, o el emblema de la Corona de Aragón a la que pertenecía Martí l’Humà.
El edificio, de ladrillo, está recubierto de una piel de piedra que por un lado le da ese toque castillesco y por otro lado, genera esas texturas tan apreciadas por Gaudí.
Si te apetece ver la Torre Bellesguard tienes varias opciones, pero todas pasan por hacer una reserva previa a reserva@bellesguardgaudi.com o al teléfono +34 93 250 40 93:
- Los martes de las 18 a las 21h tienes una visita exterior con una copa de cava (20 €)
- Los jueves de 18 a 21 h puedes disfrutar de su exterior escuchando música chill out con un mojito (20 €)
- O bien puedes reservar la Torre para un evento o una reunión…
- A partir del 18 de septiembre, podrás contratar un tour completo (15 €) o un tour por el exterior (7€)
Los propietarios explican que los fondos que se consigan se dedicarán a la conservación del edificio y a amplair los estudios en marcha sobre la historia de este bello lugar. Tuve el placer de estar allí un rato, disfrutar del entorno, de la copa y de la conversación, y te dejo un vídeo en timelapse para que te hagas una idea…