Tulum: impresionante yacimiento maya junto al mar
Una de las excursiones que más me gustó de cuantas hicimos en la Riviera Maya (os las iré explicando en Crónicas Viajeras) fue al yacimiento de Tulum, a poco más de 145 kilómetros al sur de Cancún en el estado de Quintana Roo. Desde el hotel en el que nos hospedábamos fueron apenas diez minutos de furgoneta. Llegar es muy sencillo: hay transportes colectivos que recorren la carretera que va de norte a sur de la Riviera Maya y van parando en cada punto turístico. Cómo no, Tulum es uno de ellos.
Lo que hoy llamamos Tulum es una antigua ciudad maya amurallada (Tulum significa Muralla) que es sus días de gloria fue conocida como Zamá. Es interesante contratar al llegar los servicios de uno de los guías oficiales: puedes pasearte entre antiguos muros tu solo, pero para entender bien la función de cada una de estas construcciones viene muy bien la compañía de un experto. El nuestro resultó además un señor muy serio, pero muy eficiente y cumplidor en ilustrarnos acerca de la importancia de Tulum en el mundo maya. Tulum o Zamá se construyo hace ocho siglos, entre el 1.200 y el 1.450, y estuvo habitada hasta la llegada de los españoles. Luego paulativamente la invadió la espesa vegetación del pantano en el que estaba situada, hasta desaparecer… Tulum fue un centro comercial importante, al estar situada a pie de las aguas del Caribe: su construcción más llamativa, conocida como El Castillo, tiene dos aberturas que dan al mar y sue coinciden con un hueco que deja la barrera de coral: orientándose con el Castillo, las embarcaciones podían fácilmente sortear los afilados corales y acceder a la ciudad.
Nuestro guía nos explico algunas curiosidades que pueden verse en los restos arqueológicos: por ejemplo, las columnas de piedra en las entradas de algunas edificaciones no tenían una función estructura, sino más bien política, ya que a más columnas, mayor poder de la familia que allí residía. O por ejemplo, es llamativo ver que algunos templetes están construidos de forma manifiestamente desequilibrada, lo que les otorga sin embargo una gran resistencia a los frecuentes huracanes que azotan la costa maya a menudo.
Si te interesa conocer la cultura maya a través de las explicaciones sobre Tulum, vale la pena madrugar un poco y llegar antes de que el recionto esté aborrotado de gente. Ya sabes que los turistas no siempre guardan un silencio acorde al respeto que merece lo que visitan… Llegar pronto te permitirá además disfrutar de la preciosa playa que hay en Tulum, una de las más bonitas de cuantas vimos en la Riviera Maya. Hay la opción de contratar junto con la entrada al parque, una lancha que va desde la playa al arrecife frente al Castillo: es una buena manera de ver Tulum desde el mar, las vistas son impresionantes.
Cuidado, eso sí, con la lancha: a nosotros nos toco un tipo que solo estuvo preocupado de llevarnos al agua y traernos de vuelta lo antes posible, sin preocuparse por ejemplo de que íbamos con tres argentinas que nunca se habían puesto una máscara de buceo y de que a los dos minutos de estar en el agua, el oleaje las dispersó aquí y allá, mientras el piloto intentaba (de forma bastante cutre y poco ecológica) anclar la barca al coral usando la escalerilla como lastre… En fin: lo que pudo ser un momento bonito de snorkel se convirtió en un mal rato innecesario.
Para acceder a la playa puedes descender directamente desde el yacimiento arqueológico, o andar unos minutos (entre 15 y 25) por la salida sur del recinto y acceder a la playa girando hacia el mar. La segunda opción es más prudente si el recinto ya tiene mucha gente…
Paradisiaco, ¿verdad? Pues te contaré una curiosidad más que lo afirma: al final de la película Planet Terror, de Tarantino, los supervivientes huyen a un entorno en el que empezar de nuevo, sentirse seguros y vivir. Efectivamente: las últimas escenas están rodadas aquí, en Tulum 🙂