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La laguna paraíso de Jericoacoará

Te despierta el rumor que provocan las hojas de una palmera rozando tu ventana de madera. El viento que las agita también te trae el poco romántico rebuzno de un burro: estás en la pousada Naquela, de Jericoacoará, en Brasil. Una ducha rápida y un desayuno con mucha fruta (mango, sandía, zumo de cajú). El buggie espera en la puerta, lo reservaste ayer por la noche tras cenar en un japonés que no estaba nada mal…

Cámara, protector solar, un libro y toalla en la bolsa. Te acomodas sobre el asiento de atrás del buggie, cogido a la barra antivuelco. Poco seguro en caso de accidente, pero aquí todos van así y además, los buggeiros no corren mucho cuando no se puede. Sales de Jeri y en unos minutos estás cruzando veloz una playa que se pierde en el horizonte. No hay nadie más, ningún otro vehículo. El ruido del motor y el rugir del viento es todo lo que puedes oir, pero sonríes: hace un sol espléndido y estás en tus últimos días de vacaciones. Viejas barcas de madera abandonadas en la playa te dejan saber que esto antes no era tan divertido y que la vida aquí puede ser dura…

De vez en cuando, el buggie cruza ante alguna pousada perdida ante la playa, sin nada más a su alrededor que el mar y los árboles que crecen frente al mar. Un lugar perfecto para perderse unos días y no hacer absolutamente nada…

El buggie gira hacia el interior, abandona la playa y cruza algunas calles de un pueblecito. Los niños juegan en la calle y un señor lleva un burro cargado de cestos. Seguimos hacia el interior, trazando curvas en una pista de arena que avanza entre arbustos y árboles bajos. Abundan los cajueiros con sus frutos naranjas. Te cruzas con un grupo a caballo, trabajadores vestidos de incómodo cuero que te saludan. Bom dia. Hay algunos baches que te obligan a sujetarte un poco más fuerte, pero enseguida llegas…

lagoa paradiso Jericoacoará

Un bar entre árboles, un caminito que desciende y ahí están las brillantes y blancas arenas que forman una maravillosa playa en una laguna de agua dulce: bienvenido a la lagoa paradiso. Uno de los lugares más bonitos que he visto en Brasil, bien atendido además por atentos camareros, muy amables. Agua de coco, cerveza helada en su funda refrigerada, hamacas en el agua y deliciosa picanha de carne de res para comer un día, camarones otro y a verlas pasar que en breve toca volver al curro y estos momentos hay que aprovecharlos…

laguna paraiso jericoacoará

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Si vienes a Jericoacoará, es imprescindible que visites este lugar…

Víctor en las hamacas sobre las dulces y claras aguas de la Lagoa paradiso

Situación en el mapa